La indiferencia tiene muchos dueños

Publicado por Luis Alberto Ferré, el miércoles 21 de septiembre de 2006.

La muerte le sorprendió sin darle aviso. Incluso antes de lo que se lo sospechara. Desde la ventana de la ducha divisó a tres individuos en la madrugada que merodeaban la casa de su vecino. Su esposa le pidió que no saliera. Pero ya estaba afuera. Sólo le dio tiempo a avisarle a su amigo y vecino. Segundos después, Félix Javier Pérez caía al paviemento a las 5:36 de la mañana abatido por cuatro tiros. Jugó por Puerto Rico. Fue centro de la Selección Nacional. Tenía 34 años. Su viuda, 36.
Al dolor y el llanto de su familia y de sus amigos les seguirán la negación, la furia y quizás la aceptación. Esa viene siempre más difícil. El perdón, si llega, sólo Dios lo sabe.
Acá en la tierra, nos quedamos todos tratando de entender y nos hacemos otra vez la misma pregunta: ¿hacia dónde vamos? ¿Cuál es el valor de la vida? ¿Tiene la vida valor ya?
Vivimos encerrados en nuestras casas y podemos morir frente a nuestros hogares, frente a nuestras familias, como un zapato aplasta una mosca.
¿Y los culpables? Quizás los vecinos se atrevan y hablen. Quizás por tratarse de una figura pública se logre algún arresto. Quizás se le radican cargos. Quizás no salen absueltos por un tecnicismo. Quizás cumplen su condena y no salen con grillete a la libre comunidad.
Creo en la rehabilitación y en las oportunidades. Pero a veces, a veces, pienso que hay quien no se las merece. Tampoco creo en la pena de muerte, pero a veces, pienso…
Desafortunadamente la opinión pública no se conmueve cuando los asesinatos son “entre ellos”. “Que se maten en entre sí” podemos pensar. La indiferencia tiene muchos dueños, incluyendo a los inocentes.
¿Cuántos asesinatos aún si esclarecer? ¿Cuántos criminales hay en la calle impunes?
Son preguntas que se deben y se van a contestar. Otras, las otras, las que siempre nos hacemos, tenemos que contestarlas todos, individual y colectivamente.

9 Respuestas a “La indiferencia tiene muchos dueños”

  1. Charleen Dice:

    Si aprietas la tecla Alt mas el signo de ? a la misma vez puedes obtener ¿
    si no tenfunciona ve a REgional Languages en COntrol Panel y cambialo a US International.

  2. Nicolás Ramos Dice:

    La idiferencia ante el crimen se manifiesta a través del culto al acceso controlado, pero el caso que nos presenta el Sr. Ferré prueba que ese encerramiento en nuestras casas no excluye el que podemos morir frente a nuestros hogares y frente a nuestros familiares. ¿Qué podemos hacer?: eregir una verja más alta para que nuestro “hogar” también tenga accceso controlado, aumentar los guardianes o invadir los sectores marginales aduciendo que de ahi proviene la ola de criminalidad(???) o invertir en la educación. Cuántos de esos gatilleros mozalbetes fueron estudiantes de escuela elemental con el potencial de aportar grandes cosas a nuestro país, pero se convirtieron en una tara social para todos nosotros. Un sistema educativo eficaz y riguroso ¿los hubiera salvado de su derrotero fatal?

  3. rjborras Dice:

    Es doloroso…Sali de PR el martes pues estoy con mi padre buscando alternativas para su condicion medica. LLego a PR el miercoles que viene. Aunque se que aqui en Los Angeles hay criminalidad, me he dado cuenta que aqui se vive y en PR se sobrevive. No tengo palabras para describir lo que siento en mi isla. La frustracion es tanta que he solicitado 9 trabajos en LA ya que no me queda deseo alguno de regresar…por mas que ame mi pais.

  4. Marilú Dice:

    “La sangre de los mártires semilla de cristianos”

    Como bien señalas vivimos aterrados, de que nos quiten lo que con tanto esfuerzo se consigue, pero sobre todo la paz, la vida…Hace apenas unos años, no hacía falta pensarlo cuando veías a alguien al borde de una carretera accidentado, o pidiendo “pon”. Hoy me veo en la obligación de hacer coloquio entre la razón, los sentimientos, los recuerdos, las estadísticas policiacas, para establecer las probabilidades de que sea una emergencia real, o de una emboscada…” Na’ que finalmente continúo la marcha, sintiéndome mal, remordiéndome la conciencia, y en ocasiones llorando…

    Es duro, demasiado, experimentar el que no podamos mostrar lo mejor de nosotros por temor, va contra los valores inherentes a la humanidad, no hablemos de los cristianos…

    ¿Y qué hacer, qué podemos hacer?
    Lo primero, no dejar que el miedo nos domine, seguir en pie de lucha, aunque temblemos en el paredón..(Realmente estamos en grave riesgo de ser ejecutados, cada vez que salimos a la calle, bueno, realmente no hace falta salir a la misma.)
    Tenemos que fortalecernos interiormente, rebuscar en nosotros lo mejor y “airearlo”, en muchas ocasiones lo transitorio ha tomado el lugar de lo eterno, y vivimos para el momento…Es hora de poner las cosas en su sitio.

    Tenemos que fortalecer los lazos familiares. Como familia es necesario que hablemos del tema de la criminalidad y se cree un plan de acción en caso de escalamiento, o de robo en el auto, etc. Claro ello no significa que resuelva los problemas, pero realmente tiene que verse que vivimos en un real estado de emergencia al respecto.

    Tenemos que fortalecer los lazos comunitarios. “El celador”, precisamente él, quien más estaba conciente y promovía la acción comunitaria dio la vida en un intento de salvar la de otros. Si vemos las cosas en sentido negativo, diremos para que “jo..mira lo que le pasó”. Si sabemos sacar el bien de lo malo, éste ejemplo conmoverá las cimientos de muchas comunidades para precisamente encauzar la participación ciudadana contra el crimen.

    De la misma manera que KATRINA, ha desesperezado a quienes creían que los huracanes eran para el Caribe y la Costa Este de EU, la muerte de “El celador”, tiene que “jamaquiarnos”, tenemos que aprovechar el impacto del acontecimiento, el impacto de serotonina que ha recibido el cerebro, la emoción de nuestros sentimientos…porque si llega al recóndito espacio de los recuerdos…nos pasará como a los osos, nos dormiremos en un “profundo sueño invernal”, esperando que “maten a otro” y los que no nos dormimos, luchando para no ser “ese otro”, es decir seguiremos viviendo como Alicia, en “el País de las Pesadillas”... este…¿Así era que se llamaba?.

  5. David Miro' Dice:

    ?Y los culpables? Quizás los vecinos se atrevan y hablen. Quizás por tratarse de una figura pública se logre algún arresto. Quizás se le radican cargos. Quizás no salen absueltos por un tecnicismo. Quizás cumplen su condena y no salen con grillete a la libre comunidad. (Énfasis mio)

    Ultimamente en Puerto Rico pareciera que SOLAMENTE los asesinatos de personas con relación alguna a la vida pública del país, o de personas cuyos familiares tienen alguna prominencia en la propiedad son los que se resuelven. Eso duele, porque hay literalmente cientos y cientos de asesinatos por asaltos y robos que nunca van a tener prominencia en los medios. Familias enteras que se sufrirán, con poca solidaridad de parte de su entorno inmediato, la muerte de sus padres, madres, hijos, hijas, nietos… y digo “poca”, porque de esas cosas no se habla una vez pasan.

    ¿Pero saben qué? Yo he hablado con policías varias veces, y muchas veces ellos SABEN quienes son estos criminales. A veces los conocen con nombre y apellido. A veces saben quienes son sus jefes, o sus compinches. Se saben las historias de psicópatas que matan por ritos de iniciación, por la euforia de un cantazo de drogas, o sencillamente porque consideran que la vida de otros no vale más que lo que se están robando.

    No sé si esto es una “leyenda urbana”, pero yo sé de un caso de un tirador de drogas que aparentemente contrató a un niño de siete años para que fuera su sicario. El niño se creía que estaba jugando Nintendo, y llegó a matar a tres personas. Sus víctimas ni se imaginaban que un niñito les iba a sacar un cañón. El niño fue sacado a Estados Unidos para que no se “calentara”. Ninguno de estos tres asesinatos ha sido resuelto.

    Este es el caso extremo, pero sabemos ya que estos sicarios no se quieren para nada. Sabemos de muertes por robo de zapatos tennis, de $5 dólares, de deudas de drogas de $30, $40 solamente. Sabemos de muertes de gente inocente que sencillamente entran por la puerta de una panadería cuando la están asaltando en el momento equivocado, o discurriendo en carreteras con el carro con el aspecto equivocado. (Por eso es que la gente, cuando ve casos como este, no les molesta para nada que se maten unos a otros siempre que no sea en lugares públicos ni matando gente con balas perdidas. Si no aprecian la vida de nadie, no les molesta que alguien piense lo mismo de ellos y los ejecute)

    Estamos hablando de gente no rehabilitable. Estamos hablando de psicópatas que no van a ser arrestados a menos que los agarren literalmente a punto de robar y matar, porque NADIE va a testificar en su contra. Nadie se va a atrever. Lo único que se me ocurre, a menos que la Policía adopte técnicas de recolección de inteligencia super-arriesgadas, como las de algún escuadrón de las Fuerzas Armadas o servicios de inteligencia, es que se les entrampe… al riesgo de que los agentes que lo hagan mueran en el intento. De otro modo, no hay forma de evitar esto.

    Finalmente, lo que mató a Felix Javier Pérez es lo mismo que ha matado a muchos inocentes: la indignación de ver cómo la gente en términos generales no respeta límites, no respeta propiedad, no respeta espacio, no respeta el derecho ajeno (y como decía Benito Juárez, “el respeto al derecho ajeno es la paz”, y adivinen ustedes por qué Puerto Rico no tiene paz). Solo tuvo la mala pata de quien lo indignó tenían cañones en la mano. Enfurece mucho no poder salir a la calle a caminar, no poder tener propiedades de algún valor, no poder salir a divertirse tarde, no poder jugar con los hijos de uno en parques (a veces). Pero cuando la sociedad completa delega eso en una fuerza policiaca asombrosamente mal paga, mal preparada y mal enfocada, y se lava las manos, este es el resultado.

    Félix no murió “por un trapo de carro”, como dice la noticia. Murió porque alguien osó no respetar al vecino dueño del trapo de carro. Pero nosotros ya equiparamos, como sociedad, el valor de su vida con el del “trapo” de carro. Por eso habrá quienes nos traten como trapo el día que nos asalten.

  6. Mei-Ling Dice:

    Lamentablemente es cierto que la indiferencia nos arropa a todos…

    Claro, es asi hasta que le sucede a uno de los nuestros. Cuando eso sucede es cuando todos queremos que alguien haya visto algo y que nos sirva de testigo.

    La gente vive en un encierro y un hermetismo que da miedo… Terrorismo en Borinquen? Hmm…

  7. Manolo2005 Dice:

    Me sorprende que el Director de El Nuevo Día utilice la palabra “tecnicismo” para referirse al método mediante el cual algún acusado sale absuelto.

    Don Luis, esos tecnicismos a que usted se refiere son los derechos constitucionales que usted y yo tenemos frente a un Estado todopoderoso.

    Un acusado tiene derecho a que se le pruebe su culpabilidad mas allá de toda duda razonable. Y el peso de la prueba recae sobre el Estado. En otras palabras, el Estado tiene que hacer su trabajo. Investigar dentro del marco de la ley, acusar a la persona correcta, presentar prueba obtenida legalmente y juzgar con imparcialidad y rapidez a un acusado.

    Esos derechos, como dato curioso, están íntimamente relacionados al derecho a la libertad de prensa y la libertad de expresión que constantemente reclama este periódico.

    Ahora bien, entiendo que la muerte de Félix Javier Pérez no debe sorprendernos. Félix recibió primera plana porque era un jugador de baloncesto. Pero, no olvidemos que también hay muchos asesinados anónimos. ¿Cuántos van este año? Asesinados anónimos que son víctimas de un sistema gubernamental que ya se ha resignado a que todas las semanas mueran una decena de puertorriqueños. Increíble! Esos asesinados tienen que conformarse con la página 85 del periódico.

    En la película que se hizo en contra de la guerra de Irak entrevistaron a un soldado norteamericano. Aquel soldado dijo algo que no olvidaré: “cuando veo morir al adversario siento que algo mío ha muerto con él”. ¿Podremos aspirar a ser hermanos?

    Hasta la próxima….

    Manolo

  8. Jorge Diaz Figueroa Dice:

    Luis, yo he estado también pensado mucho en el asesinato de nuestro baloncelista. Noté el sentido de dolor y perturbación con que escribiste tus líneas ya que mi corazón se siente igual. Sinceramente, éste es un tema de gran dolor para su viuda y familia. Lamentable, también lo es para los asesinos y para la sociedad. No tengo que explicar lel lamento de su esposa por ser tan obvio pero me gustaría “poner mi granito” sobre los asesinos. Al halar el gatillo los jovenes involucrados perdieron mucho de su ser. No sólo le quitaron la vida a otro ser humano sino que socavaron las bases de su humanidad. ¿ Porqué tantos jovenes deciden “cruzar la linea” y cometen fechorías tan humillantes a su propio ser ? ¿ No tienen otras alternativas ? ¿ Quien les está fallando tanto a ellos ?

    No pensaba escribir,por lo doloroso de este tema, pero me decidí después de leer un artículo de Enrique Laguerre acerca de la agricultura en Puerto Rico, escrito meses antes de morir. ¿ Dirán, que diablos tiene que ver un artículo de agricultura con el vil asesinato de una persona ?

    Igual que el sentimiento de muchos en la isla, la agricultura está por el piso. Estamos mal acostumbrados a que nos den de todo sin nosotros aportar nada. Mejor buscamos los cupones y vamos al supermercado y nos “ jartamos de to’ “ a que tener que cultivar algo. Reconozco que son pocas las personas que tiene terreno para cultivar, ¿ pero el gobierno no se percata de las extensiones de tierra del estado sin cultivar ? ¿ No se dan cuenta de las grandes cantidades de jovenes sin trabajar que deciden ‘hanguear” y meterse en problemas ? Ofrecerles trabajo en una finca de sol a sol no es la solución pero quizás lo sea el derecho a tener su propia finca. Muchos dirán, “cuidao que éste es comunista y separatista “. Personalmente no creo en nínguno de los excesos sean estos políticos, económicos o sean lo que sean, sólo creo en la dignidad del ser humano. Para mi, otorgarle el derecho a la tierra, (pequeñas parcelas 5-10 cuerdas ) para el trabajo exclusivo de la agricultura sería algo que atraería a la juventud. El gobierno no estaría regalando la tierra sino rentandola por una cantidad de años (99 años, como en otros países). Nuestros abuelos y bisabuelos cultivaron la tierra con esmero. Nuestra tierra es fertil, el clima es perfecto. Si ellos lo hicieron: ¿ Por qué no también nosotros ?

    Me recuerdo cuando durante mi quinto ó sexto año ( 1975) leí en la escuela que los “americanos” vinieron a Puerto Rico y la gente se estaba muriendo de hambre. Esto me sorprendió mucho y hasta me asustó. Como la única persona que conocía de edad era mi abuela le pregunté: Abuela Amparo, ¿ cuando tú te criabas la gente se moría del hambre? Ella me miró bien sorprendida y me contestó: mijo cuando yo me criaba (1895-1905) to’ el mundo estaba gordo y colorao’. Aquí to’ el mundo trabajaba en la tierra y se comía’ de lo mejor. Hoy en día las viandas no son como las de enantes’. Siempre llevo esta perspectiva cuando hablo del tema. Aquí se puede revivir la agricultura.

    Una vida dedicada a la tierra es vivir a plenitud. El trabajo es forzoso pero el producto lo vale. Es un trabajo noble que trae paz al alma y paz es lo que necesitan muchas almas en nuestro Puerto Rico. La juventud, nuestro futuro, se lo merece. No los merecemos todos.

    Le exhorto a El Nuevo Día a tomar cartas en el asunto. Tienen el poder de la convocación. Utilizenlo con cordura, honor y verticalidad.

    Jorge

  9. Eliomer Laureano Dice:

    El Instituto de Ciencias Forenses (ICF) fue creado en 1985, motivado en gran parte por los sucesos del Cerro Maravilla. Gracias al análisis científico de autopsias y de la evidencia física de crímenes que realiza esta institución, se obtienen los resultados que se utilizan para someter los casos criminales en los Tribunales.

    De hecho, a medida que los criminales van adquiriendo conocimiento de más formas para burlar la justicia y los testigos se indisponen a colaborar, la labor técnica científica que realiza el Instituto se ha hecho indispensable para poder esclarecer los casos y sostener acusaciones criminales.

    Por ello, es necesario que el gobierno, en su sincera intención por neutralizar la rampante ola criminal que nos ha estado azotando en los últimos años, le provea especial atención a esta institución. Hemos visto cómo se realizan grandes inyecciones de recursos en la Policía, en sistemas de cámaras de vigilancia y en modernos helicópteros, entre otros, pero se descuida la asignación de recursos necesarios para un óptimo funcionamiento del Instituto. La inyección de recursos debe ser pareja entre los componentes del Sistema de Justicia Criminal, ya que cada uno es indispensable en la guerra contra la criminalidad.

    Además del millón de dólares que el gobierno tiene previsto asignar para la creación de un laboratorio y banco de datos de perfiles de ADN y para la digitalización de huellas digitales, se hace imperativo el aumento recurrente de $2.7 millones en el presupuesto del Instituto para cumplir con una revisión de escalas salariales.

    Por años, el Instituto ha confrontado problemas en la retención y reclutamiento de personal con alta preparación académica, ya que no tiene la capacidad de ofrecer la remuneración que se da en el actual mercado de empleos. El déficit de personal se ha dado especialmente en el área de los patólogos forenses y anatómicos, quienes estudian y se especializan por un término aproximado de doce años de estudios universitarios y post-graduados, lo cual ha hecho que sus servicios profesionales sean altamente remunerados en el resto de las jurisdicciones estadounidenses.

    Esa falta de profesionales, sumado al alto volumen de casos que recibe el Instituto, ha creado un desbalance al mantener al personal existente sumamente ocupado con el análisis de los casos y con poco o ningún tiempo para la realización de investigación especializada y desarrollo de procedimientos. Por ejemplo, se estima que un patólogo forense en Estados Unidos atiende 250 casos al año mientras que una patóloga forense en Puerto Rico atendió 1,066 casos en 2004.

    También se debe adoptar tecnología que permita maximizar los recursos y el tiempo. Por ejemplo, la adopción de sistemas de teleconferencia podría facilitar la realización de interrogatorios y la emisión de los testimonios del personal del Instituto en los casos de los Tribunales de Puerto Rico sin la necesidad de salir de sus áreas de trabajo y sin interrumpir sus funciones por períodos extensos. Además, es necesaria la asignación aproximada de $500,000 para la instalación de una nevera adicional de almacenamiento de cadáveres.

    Una clave primordial para neutralizar la criminalidad y aumentar la seguridad de los puertorriqueños es el ofrecimiento de servicios con excelencia y profesionalismo en el ICF. Esto sólo se logrará habilitándolo con unas instalaciones adecuadas y unos recursos tecnológicos y humanos de vanguardia. Las últimas administraciones de gobierno han tomado medidas al respecto, pero aún queda mucho camino por recorrer.

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