Por Pedro López Pagán
El Internet ha desatado una revolución cultural que algunos han comparado a la que produjo la imprenta de Gutenberg en el siglo XV. A través de los siglos transcurridos desde entonces, la literatura ha sido sinónimo de la palabra escrita. Sin embargo, esa regla parece estar cambiando. Gracias al Internet, la literatura se está convirtiendo en una experiencia virtual e interactiva. Esto es lo que ya se aprecia en los blogs, weblogs o bitácoras.
Los blogs se han convertido en el medio más accesible para la publicación de contenido en el Internet. Gracias a ellos, hoy en día cualquier persona puede tener su propio sitio en la red y hacer con él lo que le venga en gana. Esto incluye a los escritores, quienes han encontrado en la llamada blogosfera un lugar desde donde dar a leer sus textos. Si bien hay escritores que usan sus blogs como antologías personales o diarios literarios, hay otros que se han dado a la tarea de explorar las posibilidades narrativas de este nuevo soporte. Es así como ya ha surgido lo que sus propulsores describen como un nuevo género literario: la blogonovela, que tiene el potencial de transformar la manera en que concebimos la literatura.
Un blog se define más por su forma que por su contenido. Lo que lo distingue de una página de internet tradicional es su diseño amistoso: publicar un texto en un blog es algo tan sencillo como enviar un correo electrónico. Por otro lado, la capacidad que tiene el lector de un blog de abonar al contenido de éste por medio de comentarios es uno de los atractivos principales del formato. Su auge se debe a lo accesibles y dinámicos que son. La combinación ha promovido el ingreso de millones de personas alrededor del mundo a la blogosfera, un espacio en el que la cultura literaria comienza a estar muy bien representada.
En relación a sus aspectos formales, un blog es un sitio de internet con formato de bitácora o diario en el que las entradas se organizan de abajo hacia arriba, según se actualizan, en orden cronológico invertido. Es decir, la entrada más actual aparece en la parte alta de la página, seguida de las anteriores. Estas bitácoras funcionan a base de plantillas -lo que en inglés se llama "templates"- que le permiten al usuario crear, diseñar y actualizar su blog sin necesidad de manejar códigos de programación. La simpleza de su tecnología los ha convertido en espacios interactivos que le permiten al lector reaccionar al contenido de forma instantánea, por medio de comentarios que se incorporan automáticamente a la bitácora. La posibilidad real de entablar un diálogo con el autor -o con otros lectores- ha sido uno de los grandes atractivos de los blogs. Y es lo que, de paso, los distingue de los medios convencionales.
El crecimiento de la blogosfera
Los primeros blogs en popularizarse -en el 2001- eran de análisis político y solían ser un espacio para puntos de vista no necesariamente representados en los medios convencionales. Hoy día, los hay de todos los temas imaginables. La mayoría, curiosamente, contiene diarios personales, en los que sus autores hablan de sus vidas o reflexionan sobre los temas que les son de interés.
La literatura en los blogs va desde reseñas de libros y noticias de la industria editorial hasta bitácoras personales de escritores que utilizan el espacio para ensayar ideas, recibir "feedback" de los lectores, promocionar tal o cual libro o simplemente darse a conocer.
La proliferación de soportes digitales durante los últimos diez años ha significado una democratización de los medios de expresión artística. Los blogs son un vivo ejemplo de ello. En ellos se ve cómo cada vez más personas están dejando de ser meros consumidores de contenido para convertirse, ellos mismos, en productores del mismo.
Se estima que en estos momentos existen aproximadamente diez millones de bitácoras. El publico lector tiene hoy acceso a toda una serie de escritos que, en otra época, no hubieran estado disponibles por no haber sido del interés de las editoriales. Lo interesante de esto es que el lector tiene la opción leer, como si fueran literatura, textos que no aspiran a serlo. Navegar la blogosfera puede ser un fascinante ejercicio en voyeurismo literario.
Hay quienes ven el blog como un nuevo género literario. Uno de ellos es el escritor boliviano Edmundo Paz Soldán quien, en una columna titulada "De blogs y literatura", describió al blog como "un espacio textual que tiene algo del diario, del cuaderno de apuntes, de la crítica literaria, de la columna de opinión, del microrrelato, del epigrama y de cuanto uno quiera añadir." Ha declarado que "el blog amenaza con suplantar a la novela como el gran género en que cabe de todo."
Las blogonovelas
Sin duda, el fenómeno literario más interesante que se ha producido en la blogosfera es el nacimiento de la llamada blogonovela.
Hernán Casciari es el padre de este flamante género, por lo menos para efectos del mundo hispano. Este escritor y periodista argentino radicado en Barcelona se hizo famoso mundialmente el pasado mes de noviembre, cuando su blogonovela "Más respeto, que soy tu madre" fue seleccionada como el mejor blog del 2005 por la Deutsche Welle, el prestigioso conglomerado mediático con sede en Alemania.
"Más respeto, que soy tu madre", que se llamó en un principio "Weblog de una mujer gorda" es, en propias palabras de su autor, "una blogonovela de más de 200 capítulos que se publica en Internet desde septiembre de 2003. Cuenta la historia de una familia argentina, los Bertotti, en clave de humor. La narradora es Mirta, un ama de casa nacida en Mercedes (Buenos Aires) que debe lidiar con su esposo, su suegro drogadicto y tres hijos adolescentes."
Además de "Más respeto, que soy tu madre", que fue publicada en formato de libro, Casciari es el autor de otra blogonovela, "Juan Dámaso, vidente", en la que se recopilan los vaticinios humorísticos del supuesto autor. En su faceta literaria tradicional, el escritor ganó el premio Juan Rulfo (París, 1998) con el cuento "Nosotros lavamos la ropa sucia."
Consciente de que ha contribuido a la creación de un género, Casciari no sólo lo cultiva, sino que teoriza sobre él. En un ensayo titulado "El blog en la literatura: Un acercamiento estructural a la blogonovela", el argentino establece lo que para él son "los seis componentes esenciales de la estructura argumental de una blogonovela":
1. Está escrita en primera persona.
2. La trama ocurre en tiempo real.
3. El protagonista se reconoce
como gestor del formato.
4. La realidad afecta el devenir
de la trama.
5. El protagonista "existe" fuera
de la trama.
6. El autor no aparece mencionado.
Para Casciari, la blogonovela debe considerarse un género literario ya que "posee algunas reglas argumentales, estructurales y coyunturales estrictas que, de no cumplirse a rajatabla, convertirían la historia en un libro que se lee desde una pantalla."
Y añade: "En este género literario lo argumental (la palabra desnuda) convive en permanente fusión con otros muchos elementos que enriquecen la trama y la complementan. Los más relevantes son el audio, la imagen y el hipertexto."
Según Casciari, en la producción de una blogonovela se conjugan por lo menos cuatros oficios: "el del escritor, el del diseñador gráfico, el del programador informático y el del responsable del marketing de la obra como producto final."
De acuerdo a él, la blogonovela propiciará, por un lado, el nacimiento de "una nueva clase de lector, activo e hipertextual, mucho más participativo que el lector tradicional" y, por el otro, el surgimiento de "una nueva camada de escritores que deberán aprender a escribir 'en directo'."
La literatura como una experiencia virtual e interactiva
Parecería que hacia allí es adonde va la blogonovela tal y como la define Casciari. En ese sentido, el nuevo género se podría ver como un encuentro del folletín del siglo XIX con el videojuego interactivo del XXI, o del arte conceptual con el "reality show." La relación entre realidad y ficción parece estar cambiando. Cada vez sabemos menos dónde termina una y empieza la otra.
En su "acercamiento estructural a la blogonovela", Casciari se imagina un futuro en el que leeremos una suerte de libro digital cuya trama incorporará sucesos reales según sucedan. Como parte de la lectura de este libro del futuro, el lector tendrá la oportunidad de interactuar con otros lectores que estén leyendo el libro en el mismo momento, así como con el protagonista. En otras palabras, leer un libro será toda una experiencia virtual e interactiva.
La línea entre creador y espectador, ficción y realidad, se está borrando. Ya lo vemos en otros medios. En la televisión, los espectadores de un "reallity show" deciden, por medio de un sistema de votación, el futuro de los participantes, lo que a su vez afecta el desarrollo de la trama. En la radio, las personas sintonizan para escuchar las ocurrencias del animador pero también las del público que llama.
Lo vemos asimismo en los videojuegos, en los que ya se adivina el futuro del cine. En ellos, el espectador es tan activo que le llamamos jugador. Por medio de un control de mano, manipula las acciones del personaje y, de esa manera, le va dando forma a la trama, dentro de los parámetros establecidos por el autor. La convergencia de literatura e Internet se presta para ese tipo de proyecto global.
Parecería que la gran propuesta narrativa de este nuevo siglo es la de ofrecernos un espacio virtual en donde lectores y escritores, al mismo tiempo, puedan interactuar entre ellos. Serán capaces, además, de entablar un diálogo inmediato con personajes tanto de ficción como de realidad. Pero, al final, el futuro de géneros como la blogonovela dependerá de los lectores. Son ellos quienes decidirán si les interesa involucrarse -literalmente hablando- en este tipo de narrativa.
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